Reaparece El Porteño, no ponemos en tela de juicio su profesionalidad, ya sus momentos buenos ya no le acompañan aquellos días de gloria están lejanos por la década de los ochenta, volver ahora, al estilo del enfermo Pana mexicano u de otros es tarea muy difícil, acá en Venezuela es casi imposible, no hay vacas, los ganaderos no las quieren ceder para que un torero como El Porteño que regresa se prepare, peor aun los toros que podrían servir para la preparación a puertas adentro de las ganaderías los sinvergüenzas ganaduros los venden para las plazas a precios desorbitantes, así que Ramón es mejor pensarlo diez veces antes de que sea tarde. Ese puesto que ocupas Ramón en los carteles yaracuyanos, le hace más falta a uno de los muchachos que están empezando, hacemos fe para que esa tarde al menos salgas con DIGNIDAD de un verdadero profesional, recuerde Ramón que allí se va a cobrar una entrada para verte.
Nota: Ese puesto que ocupaste en San Felipe, lo seguirás pisando siempre y cuando los empresarios te den toros, estuviste con DIGNIDAD, además triunfaste y me diste por la mismisima jeta... Arriba parte del escrito que hice cuando me entere que El Porteño reaparecía… y Acá el escrito interesante de Don. César Dao.
Del "Porteñazo" en San Felipe y de los matadores jóvenes.
"Cuando el hombre pierde la fe no le queda más que perder". *Muchas veces hemos quedados sorprendidos cuando vemos que matadores con la edad idónea para llevarse los dineros del toro demuestran lo contrario. Salen y parten plaza abúlicos, desganados, demudados, con el rostro más pálido que un papel periódico sin letras, y, lo peor, entre actuaciones atropelladas, desordenadas y volátiles, levantando nubes de polvo con el incesante temblor- bailarín de las zapatillas, ligando, a su vez, que las horas pasen rápido para marcharse lo más pronto posible del recinto taurino; parecen más bien caricaturas de toreros rompiendo la gráfica que debe mostrar una corrida y ante semejante e intolerable actitud "des-anti-profesional" se dejan ver las costuras y la bandera que le falta al asta de la afición, entrega y la ambición. Ay, Hermanos Girón…ay, Bernardo… cuánta raza hay en esa bodega!...
Cuando un "diestro" perteneciente a esta fauna, tiene la cabeza en otra parte, menos en el redondel, debe, de inmediato, colgar el traje en el armario si no dispone de escaparate o closet, porque, lo primero que debe pensar, íes que existe un público que paga su entrada obligándolo no descender del nivel de profesionalidad así sobrevenga el fracaso!
Reapareció en la Feria de San Felipe, luego de muchos años alejado de las arenas y con más de cincuenta y tantos "tacos" de edad, Ramón Álvarez "El Porteño", dejando ver, tanto en la plaza, como en el video (no editado) filmado por Iván Bello, que, quien tuvo retuvo; parecía, Ramón, que tenía, por lo menos, (50) corridas toreadas por la clase y el oficio demostradas; y no era así. Debe quedar muy claro, que no estamos lanzando augurios para su futuro inmediato, que, desde luego, le deseamos la mejor de las suertes, pero, a manera comparativa y/o referencial, cuando usted presencia la actuación serena de un hombre ya entrado en su edad crepuscular plantarse, con la mayor tranquilidad ante un animal, y, lo asocia con las habituales pantomimas de los "niñitos que sólo torean en casa y con la boca," nos encontramos inmersos en la propia íApología de la Mediocridad Torera! porque en lugar de mostrar respeto… sólo muestran lástima. Caramba, Rubi, Chenel:- qué buena vaina te ha echado Ramóncito-Campolargo! ¿Ahora, qué le vas a decir a esos niñitos? (César Dao Colina)
Nota: Ese puesto que ocupaste en San Felipe, lo seguirás pisando siempre y cuando los empresarios te den toros, estuviste con DIGNIDAD, además triunfaste y me diste por la mismisima jeta... Arriba parte del escrito que hice cuando me entere que El Porteño reaparecía… y Acá el escrito interesante de Don. César Dao.
Del "Porteñazo" en San Felipe y de los matadores jóvenes.
"Cuando el hombre pierde la fe no le queda más que perder". *Muchas veces hemos quedados sorprendidos cuando vemos que matadores con la edad idónea para llevarse los dineros del toro demuestran lo contrario. Salen y parten plaza abúlicos, desganados, demudados, con el rostro más pálido que un papel periódico sin letras, y, lo peor, entre actuaciones atropelladas, desordenadas y volátiles, levantando nubes de polvo con el incesante temblor- bailarín de las zapatillas, ligando, a su vez, que las horas pasen rápido para marcharse lo más pronto posible del recinto taurino; parecen más bien caricaturas de toreros rompiendo la gráfica que debe mostrar una corrida y ante semejante e intolerable actitud "des-anti-profesional" se dejan ver las costuras y la bandera que le falta al asta de la afición, entrega y la ambición. Ay, Hermanos Girón…ay, Bernardo… cuánta raza hay en esa bodega!...
Cuando un "diestro" perteneciente a esta fauna, tiene la cabeza en otra parte, menos en el redondel, debe, de inmediato, colgar el traje en el armario si no dispone de escaparate o closet, porque, lo primero que debe pensar, íes que existe un público que paga su entrada obligándolo no descender del nivel de profesionalidad así sobrevenga el fracaso!
Reapareció en la Feria de San Felipe, luego de muchos años alejado de las arenas y con más de cincuenta y tantos "tacos" de edad, Ramón Álvarez "El Porteño", dejando ver, tanto en la plaza, como en el video (no editado) filmado por Iván Bello, que, quien tuvo retuvo; parecía, Ramón, que tenía, por lo menos, (50) corridas toreadas por la clase y el oficio demostradas; y no era así. Debe quedar muy claro, que no estamos lanzando augurios para su futuro inmediato, que, desde luego, le deseamos la mejor de las suertes, pero, a manera comparativa y/o referencial, cuando usted presencia la actuación serena de un hombre ya entrado en su edad crepuscular plantarse, con la mayor tranquilidad ante un animal, y, lo asocia con las habituales pantomimas de los "niñitos que sólo torean en casa y con la boca," nos encontramos inmersos en la propia íApología de la Mediocridad Torera! porque en lugar de mostrar respeto… sólo muestran lástima. Caramba, Rubi, Chenel:- qué buena vaina te ha echado Ramóncito-Campolargo! ¿Ahora, qué le vas a decir a esos niñitos? (César Dao Colina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario